Historia de la Finca Hostalets

Historia de la Finca Hostalets

La historia conocida de la finca Els Hostalets se remonta al siglo XIV, y en ella fue decisiva su ubicación, justo en el camino de Gandesa a Lleida.

 

Cuenta la Crónica del Rey Pere el Cerimoniós que en octubre de 1319, el rey Jaime II de Aragón, nieto de Jaime I el Conquistador, celebró precisamente en este lugar unas Cortes muy especiales que resultaron determinantes para la sucesión de la corona. El hecho se produjo tras los esponsales del hijo del rey y heredero de la Corona, Jaime de Aragón y Anjou, con la infanta Leonor de Castilla y Portugal, un matrimonio estratégico para los intereses de la Corona de Aragón, y que había sido pactado 8 años antes, cuando la infanta contaba con sólo 4 años de edad. En contra de los arreglos de su padre, el príncipe se negó a aceptar el matrimonio porque era su deseo abrazar la religión. Ello no hizo al rey desistir de los esponsales, que celebró en Gandesa.

No obstante, tras la ceremonia, el heredero se negó a conocer a su esposa. En el camino de retorno a Barcelona, el rey decidió convocar cortes en el primer pueblo al que llegaran e instar a su hijo a consumar el matrimonio. Los abruptos puertos y sierras de la Argentera quedaron atrás cuando, antes de llegar a Riudoms, el séquito real decidió hacer parada en unos hospedajes situados al lado del camino, en la parcela que actualmente se denomina Els Hostalets. Allí el rey celebró cortes para apelar a los nobles y prohombres que requirieran a su hijo cumplir con sus deberes maritales. Sin embargo, el infante Jaime se negó una y otra vez, y ahí mismo renunció a la corona, que pasó a su hermano Alfonso. En el presbiterio de la catedral de Santa María de Tarragona se halla una espléndida tumba, obra maestra de la escultura catalana del siglo XIV, la cual contiene las cenizas de este hombre, que en Els Hostalets renunció hace seis siglos al matrimonio y la corona.

 

 

La Finca Els Hostalets es una propiedad familiar ubicada en el término municipal de Riudoms (Tarragona) a una hora escasa de la ciudad de Barcelona y a 6 km de las playas de Cambrils, en el cruce entre el eje del Mediterráneo y el valle del Ebro.