Nuestra Historia
Un legado que nace de la tierra
FINCA HOSTALETS 1898 tiene su origen en una Casa Agrícola Familiar: Fundada en 1898. Allí, en un rincón sereno del Montsant, el olivo no fue nunca solo un cultivo, sino una forma de entender el paisaje, el trabajo y la vida.

Con el tiempo, la familia fue construyendo una manera de hacer las cosas que aún nos define:
respeto por la tierra, paciencia y dedicación absoluta al fruto.
De esa relación sincera con la naturaleza surgió un AOVE que empezó a viajar más lejos de lo que jamás imaginamos. Desde esta finca del Priorat, nuestras botellas llegaron a lugares donde solo entra lo excepcional: primero Harrods, en Londres, y, más tarde, Corea, donde nuestra esencia mediterránea encontró un hogar inesperado.
Pero incluso con esa proyección, nuestra identidad nunca cambió.
Seguimos siendo lo que siempre fuimos: orfebres del AOVE.
Un oficio que se hereda, una sensibilidad que no se improvisa
Cada cosecha es para nosotros una pieza que se pule con cuidado.
El AOVE nace de la tierra, pero su carácter se define con el tiempo, la experiencia y la sensibilidad con la que se acompaña cada olivo. Trabajamos igual que en 1898: escuchando el paisaje, interpretando las estaciones y dejando que la naturaleza marque el ritmo.

Hoy, ese legado toma nueva fuerza. Nuestro olivar, cultivado con el mismo respeto que hace más de un siglo.
Los suelos calcáreos del Montsant, el clima mediterráneo y un manejo preciso dan vida a producciones pequeñas, donde prima la pureza, el equilibrio y la autenticidad del fruto. No buscamos cantidad: buscamos verdad.
Una historia que continúa
La nueva generación de HOSTALETS 1898.
Miran al futuro con la misma sensibilidad que heredaron: la de cuidar cada detalle, honrar la tierra y mantener viva una esencia familiar que no se fabrica; se transmite.
Por eso, cada botella de FINCA HOSTALETS 1898 es más que un aceite.
Es origen.
Es territorio.
Es la expresión honesta de un oficio que nunca ha dejado de evolucionar.
FINCA HOSTALETS 1898 — Orfebres del AOVE.